chistes de chinos

Chistes de Chinos

chistes de chinos

Hemos recopilado los mejores chistes de Chinos. Estamos recopilando los mejores chistes de todo internet. A continuación verás chistes cortos, buenos, largos y alguno malo. Con tantos chinos en el país es más fácil encontrar algunos que se quieran reír y pasárselo bien, como ves en la web nos vamos a reír de todos. Si eres muy triste y serio puedes abandonarnos, no estás preparado. Nuestra intención es crear la mejor web de chistes de internet, si tienes un chiste diferente envíalo por mail. ¡No lo dudes! ¡Envíalo y lo publicaremos! ¿Quieres colaborar? Ya sabes.

Un chino buscando trabajo

Un chino entra en un bar y dice:
– Buena venía palo del tlabajo.
Y el dueño le responde:
– Aquí el trabajo que hay es de lunes a domingo de 12 de la mañana a 12 de la noche.
Y responde el chino:
– Eso, lo que yo establa buscando…, medlia jolnada.

Un actor especial

– Se abre el telón y aparece un chino tocando un arpa.
– ¿Cómo se llama el actor de la película?
– Alpa chino.

Carne de lata

Un cliente le pregunta al camarero del restaurante chino:
– Oiga camarero, ¿Qué clase de carne era lo que he comido?
– Ela calne de lata.
– ¿Cómo es posible, si era buenísima y fresquísima, cómo va a ser carne de lata?.
– Calne de lata que cole.

Chiste del chino en el hospital

Un chino se está muriendo en el hospital y le pregunta al médico:
– ¿Dónde está mi mujer…?
– Aquí, a su lado…
– ¿Y mi hijo…?
– También está aquí…
– ¿Y mi hermano…?
– Sí, aquí está también, con sus padres y su cuñada…
Y el chino al borde de la muerte susurra:
– ¡Y quién diablos está en la tienda!

El coche nuevo

Se encuentran dos chinos:
-El otlo día me comple un coche nuevo.
-¿Ah si?
-Si, mila, es ese de ahí.
-Y que malca es?
-Un Alfa
-¿Lomeo?
-Lo meas y te lompo el cuello, pol cochino.

El último deseo

Un condenado a muerte está pasando su última noche en capilla. Recibe la visita del alcaide, quien se pone a dialogar amablemente con él.
-Bueno, ya sabes que a los condenados a muerte se les concede un último deseo. ¿Quieres alcohol?
-No, gracias.
-¿Cigarrillos quizá?.
-Tampoco.
-Bueno, di qué es lo que deseas.
-Me gustaría aprender el chino por correspondencia.

Uñas chinas

– Oye guapa, ¿Qué llevas en las uñas?
– Esmalte.
– Mentila, hoy es VIELNES.
– Jajaja, maldito chino, eres terrible.
– Jijiji. ¡Lo sé, soy telible!

Pelo bonito

– ¡Qué bonito pelo tienes amiga!
– Gracias, me lo lavo a diario, uso mascarillas…
– ¿Qué laza es? ¿Muelde?
– ¡Chino de la narices, eres terrible!
– JAJAJA. ¡Lo sé, soy telible!

El chino telible de nuevo

– Me voy a metel en un lío.
– ¿En un problema?
– No, en un lío a bañalme.
– JAJAJA, otra vez me lio el loco chino este.
– JIJIJI. Lo sé, soy telible.

Chiste de las gafas chinas

Paco , un andaluz de viaje en China, se compra un par de gafas de tecnología punta que permiten ver a la gente sin ropa.
Se las pone y ve pasar a una y a otra.
Todas sin ropa. estaba encantado.
Se las pone, sin ropa.
Se las quita, vestidas.
Se las pone, sin ropa.
Se las quita, vestidas.
¡Por Dios, que maravilla!
Incluso adelanta el viaje de vuelta a casa para enseñarle a su mujer la novedad.
En el avión, se siente enloquecido viendo a las azafatas en pelota picada.
Se las pone, sin ropa.
Se las quita, vestidas.
Se las pone, sin ropa.
Se las quita, vestidas.
Cuando llega a casa, y antes de abrir la puerta, se coloca las supergafas, para ver sin ropa a su mujer Luisa .
Abre la puerta y allí está ella, su querida esposa, con Pedro, su mejor amigo.
En el sofá. ¡sin ropa!
Se quita las gafas, sin ropa.
Se pone las gafas, sin ropa.
Se las quita… sin ropa.
Se las vuelve a poner… sin ropa.
Y no puede evitar un grito desgarrador:
– ¡Me cagoendiez! ¡Nuevas y ya no funcionan! ¡Chinas tenían que ser!

Un gran malentendido

Un Chino estaba en el banco de un parque llorando, pasa una señora y, al verlo, le dice:
– Señor, ¿Por qué llora?
Y el chino dice:
– Es que mi esposa se alojó.
Y la señora contesta:
– ¿Y? ¿Que tiene de malo si la gente se aloja en los hoteles y no pasa nada?
El hombre contesta:
– Señola, es que ella se «alojó» del quinto piso.

Más Chistes