chistes de camellos

Chistes de Camellos

chistes de camellos

Hemos recopilado los mejores chistes de camellos. No lo vamos a negar los camellos tiene una cara muy simpática y sólo con verlos nos hacen reír. Los chistes de animales son perfectos para pasar un buen rato de risas con tus hijos, son chistes ideales para niños y no tan niños. Hemos recopilado chistes buenos, graciosos, largos y cortos, per sobre todo están los mejores chistes de camellos de todo internet. Si te sabes algún chiste que no está en la página, envíalo y lo publicaremos lo antes posible. Con tu ayuda conseguiremos reunir los mejores chistes.

Chiste del camello

– ¿Tú sabes el chiste del camello?
– No
– Pues te jorobas.

Chiste malo de camellos en el desierto

Esto es un rey árabe que va por el desierto y se encuentra un puesto de camellos:
– A cuanto cuestan los camellos.
– A 50$.
– Deme uno.
– Oiga, ¿Cómo se monta, es la primera vez que monto en camello?
– Es muy sencillo. Para que ande diga uff, para que corra diga uff uff y para que pare diga stop.
– Vale. Adeu.
Va por el desierto y dice:
– Uff. Ve que se van a caer por un barranco y dice:
– Stop. Uff por poco.
Y el camello anda y se caen por el barranco.

Chiste de madre camello y bebé

Una madre y un bebé camello conversaban un día cuando el bebé camello pregunta:
– Mamá, ¿por qué tenemos estos enormes pies de tres dedos?  
La madre respondió:
– Hijo mío, cuando atravesamos el desierto, nuestros dedos nos ayudan a permanecer sobre la suave arena. Dos minutos después, el joven camello pregunta:
– Mamá, ¿por qué tenemos estas pestañas largas?
Están ahí para mantener la arena fuera de nuestros ojos en los viajes por el desierto , dijo la madre.
– Mamá, ¿por qué tenemos estas grandes jorobas en la espalda?
– Están ahí para ayudarnos a almacenar agua para nuestras largas caminatas por el desierto, así podemos estar sin beber durante largos períodos de tiempo.
– Así que tenemos pies enormes para evitar hundirnos, pestañas largas para mantener la arena fuera de nuestros ojos, y estas jorobas para almacenar agua.
– Sí querido, dijo la madre.
– Entonces, ¿Por qué estamos en el Zoológico de Barcelona?»

Un cura, una monja y un camello en el desierto

Se encuentran una monja y un cura cruzando el desierto del Sahara en un camello.
Al tercer día, una tormenta de arena los atrapa y buscan refugio.
Cuando la tormenta termina, se dan cuenta que el camello ha muerto.
El cura dice:
– Hermana esto se ve muy mal, difícilmente sobreviviremos dos días aquí y el campamento más cercano se encuentra, mínimo a una semana de camino.
Así que ahora que sabemos que no sobreviviremos quiero pedirle un favor:
– Nunca he visto los senos de una mujer. ¿Podría ver los suyos?
La monja, un poco sorprendida, responde:
– En las circunstancias en que nos encontramos no veo problema.
Y se los muestra al cura. Éste prosigue:
– Hermana, ¿Le importa si los toco?
La monja no pone objeción. Ésta, después de unos minutos, pregunta:
– Padre ¿puedo pedirle yo ahora un favor? Nunca he visto el pene de un hombre. ¿Me dejaría ver el suyo?
El cura responde:
– En las circunstancias en las que nos encontramos, no veo el posible daño hija.
Y se lo muestra.
– ¿Lo puedo tocar?
– Pues… ¡tóquelo!
Después de algunos minutos de tener la atención de la monja, el cura ya no se puede contener y acercándose a ella, le dice al oído:
– Hermana… ¿Sabía que si lo meto en el lugar correcto puede crear vida?
A lo que la monja responde:
– ¿De verdad padre?
– Sí hermana
– ¡Pues entonces méteselo en el culo al camello y salgamos de aquí cuanto antes!

Chiste del taller de camellos

Va un tío por el desierto cuando de repente, el camello que llevaba empieza a quedarse sin fuerzas. Venga darle porrazos pero el camello no andaba y de repente ve a lo lejos taller de camellos. Decide llevarlo a que lo miren.
Los empleados empiezan a mirarle por todas partes, pero no le encuentran nada. No obstante el mecánico dijo que conocía un método que le había dado muy buenos resultados. El dueño le dio permiso al mecánico para probar su método infalible.
El mecánico coloca al camello encima del foso, situándose el debajo, para observarlo entonces coge dos placas de acero, le golpea las partes al camello; y este sale inmediatamente disparado, hasta el punto de no poder verlo.
– Pues si que funciona este método. Pero ahora hay otro problema.. ¿Cómo lo alcanzo?
– Ningún problema. Contesta el mecánico. Bájate los pantalones y colócate en el foso.

Cosas de elefantes y camellos

Un elefante pregunta a un camello:
-¿Por qué tienes las tetas en la espalda?
-Extraña pregunta- contesta el camello… – viniendo de alguien que tiene la polla en la cara

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