Hemos recopilado los mejores chistes de monjas. Estamos recopilando los mejores chistes de todo internet y los chistes de monjas son un clásico. A continuación verás chistes buenos, largos, cortos y alguno malo. Nuestra intención es crear la mejor web de chistes de internet, si tienes un chiste diferente envíalo por mail. ¡No lo dudes! ¿Quieres colaborar y ayudar? Ya sabes, envíalo por mail.
Las sandalias de las monjas
¿Por qué las monjas no llevan sandalias?
Porque son más devotas.
Chiste de monjitas pidiendo limosna
Dos monjitas piden limosna por las casas. Llaman a una puerta. Sale la señora.
– Una limosnita. ¡Somos hermanas de Cristo!
– Aaaaah… ¡Pues que bien se conservan!
Ellos conocen a las monjas
Era un grupo de chicos sentados en el banco y pasan 2 monjas. Dice uno
– Las conozco, una tiene una heladería y otra estuvo en la cárcel.
– ¿Cómo sabes tú eso?
– Porque una es Sor Bete, y la otra Sor Presa.
Monjas en moto
Van dos monjas en una moto individual, les para la Guardia Civil y les dice el guardia:
-¿Es una moto individual?
-Sí, agente.
-Multa por ir dos.
-Pero, agente, vamos con Dios.
-Pues multa por ir tres.
Telón de monja en llamas
– Se abre el telón y aparece una monja en llamas. Se cierra el telón.
– ¿Cómo se llama la película?
– Sorprendida.
Chiste de la monja con hipo
Una monja va al médico con un ataque de hipo que ya le dura un mes.
– Doctor, tengo un ataque de hipo desde hace un mes que no me deja vivir.
No duermo, no como, ya me duele el cuerpo de tanto movimiento compulsivo involuntario.
– Tiéndete en la camilla, hermana, que la voy a examinar – dice el médico.
– La examina y le dice:
– Hermana, está usted embarazada.
La monja se levanta y sale corriendo de la consulta con cara de pánico.
Una hora después el médico recibe una llamada de la madre superiora del convento:
– Pero Doctor, ¿Qué le ha dicho a la hermana María?
– Verá madre superiora, como tenía un fuerte ataque de hipo, le di un susto para que se le quitara y supongo que ya se le habrá quitado, ¿no?
– Sí, a la hermana María se le ha quitado el hipo, pero el cura se ha tirado del campanario.
Chiste de la leche milagrosa
La sabia y anciana madre Superiora estaba muriendo. Las monjas de la congregación se reúnen alrededor de su cama para hacer que se sienta cómoda en sus últimos momentos de vida.
Le ofrecen un poco de leche caliente pero ella lo rechaza…
Una de las monjas de repente tiene una idea, le quita el vaso y se dirige de nuevo a la cocina. Recuerda que la Navidad anterior recibieron como regalos una botella de whisky irlandés.
La abre y vierte una generosa cantidad en la leche tibia.
De vuelta a la estancia de la madre superiora, le pone el vaso en los labios. La monja bebió un poco esta vez, luego un poco más.
Y antes de que se dieran cuenta, ¡se había bebido toda la copa hasta la última gota!
– Madre”, dice una de las monjas, – Por favor, danos algo de sabiduría antes de morir.
Y la madre superiora se incorpora en la cama, con una mirada piadosa en su cara, y dice:
– Ni se les ocurra vender esa vaca.
Chistes cortos de monjas
¿Cuál es la monja más fuerte?
Sor zenegger (Schwarzenegger)
¿Y la más bruja?
Sor Tilegio
¿Y la que tiene una joyería?
Sor Tija
¿Y la que tiene una heladería?
Sor Bete
¿Y la que menos oye, pero la más generosa?
Sor Da
¿Y la que tiene más suerte?
Sor Teo
¿Y la que está en la cárcel?
Sor Presa
Cóctel para monjas
El camarero anuncia:
– Este es el cóctel católico.
– ¿Cómo es eso?
– Te tomas la primera copa ¡y caes de rodillas!
Tenemos una duda
Dos Borrachos tocan la puerta de un Convento. A lo cual sale la Madre Superiora.
Uno de los Borrachos pregunta:- Madrecita, tiene monjas de 2 metros?
– Si hijo, como 2 o 3 monjas
– Madre, y tiene Monjas de 1.50 metros ?
– Si hijo, como unas 14
– Y Madre, tiene Monjas de 1 metro ?
– No hijo, no….ninguna !?Y uno de los borrachos le dice al otro:
– Te lo dije Manuel, atropellamos a un pingüino.
Un cura y una monja en el confesionario
– Padre confieso que me he acostado con el padre de la parroquia vecina.
– Sor Clara no lo hagas nunca más y de penitencia reza un credo, dos ave marías y un padrenuestro… ¡ y la próxima vez recuerda que tu parroquia es ésta!
Chiste de monja novicia con dudas
Una novicia en el convento le pregunta a la Madre Superiora:
– ¿Madre, Monseñor se pone con Don?
– ¡Claro que se pone condón hija! Sino este convento sería una guardería.
El agua bendita
Un grupo de monjitas va pasando por delante de San Pedro para entrar al cielo. Entonces éste le pregunta a la primera:
– Hermana Verónica, ¿Ha tocado usted un miembro masculino alguna vez?
Ella le contesta que sí, pero que sólo lo toqué con un dedito.
– Pues hermana, lávese el dedo aquí en el agua bendita, y luego entra.
A la segunda monja le hace la misma pregunta, y ella le responde que sí pero sólo con la mano.
– Entonces… Hermana Antonia, lávese la mano en el agua bendita y entra.
De pronto llega corriendo y empujando la hermana Prudencia y se coloca al frente de la fila.
– ¿Por qué tanto apuro, hija mía?, le pregunta San Pedro.
Y la hermana responde:
– Porque si tengo que hacer gárgaras con esa agua bendita, quiero hacerlo antes de que la hermana Fortunata se lave el culo.
El agua misteriosa
La madre superiora estaba mosqueada con el comportamiento de una novicia, que todas las noches se iba a su celda con una palangana de agua. Una noche decidió espiarla, miró por el ojo de la cerradura, y encontró a la novicia en pelotas, lavándose, y decía:
– ¡Toma, toma! Hambre pasaras, pero lo que es sed…
Una monja y un camionero de camino a Barcelona
Esto es una monjita que iba hacia Barcelona y se le estropea el Seat Ibiza. Se pone a hacer auto-stop y para un camión que también va a Barcelona y se ofrece a llevarla. Una vez dentro, la monjita empieza a mirar al camionero y piensa: «Este camionero no esta nada mal». Total, que empieza a lanzarle miradas provocadoras e insinuantes. El camionero, que no tiene reparos a la hora de echar un polvo, se detiene en la cuneta y se ponen a la faena. Cuando terminan vuelven a conducir camino de Barcelona. La monjita comenta entusiasmada:
– Cuando llegue a Barcelona y le diga a la madre superiora que he echado tres polvos con un camionero se le va a poner una cara…
El camionero la mira extrañado y le dice:
– Pero, hermana, si solo hemos hecho uno.
– Si, pero no me dirá que de aquí a Barcelona no van a caer otros dos.
Chiste de la monja y el paracaidista
Un soldado estadounidense se tira en paracaídas sobre un pueblo italiano con tan mala fortuna que queda colgado de un árbol, rasgándose el uniforme y mostrando todo el «asunto».
Todo esto ha sido visto por una monja.
Dicha monja echa a correr para contárselo a la madre superiora:
– Un «ángelo», he visto un «ángelo» caído del cielo.
La madre superiora pregunta agitando los brazos:
– Y ¿vola? ¿vola?
– ¿Que si vola? Due bola y una trompetola…
El granjero, el cura, las monjas y el loro
Esto es un granjero que va a la iglesia y le dice al cura:
– Señor cura, ¿me presta su loro?
– Vale pero no le enseñes palabrotas.
– Vale
Va el granjero andando y empieza a llover y dice:
– Joé, ¡cómo llueve!
… y el loro se lo queda en la mente.
Pasa delante de un toro que esta durmiendo y dice:
– Cogerle de las pelotas a ver si se levanta.
… y el loro se lo queda en la mente.
Sale un rebaño de ovejas corriendo y dice:
– Corred cobardes, corred que ya os alcanzaré.
… y el loro se lo queda en la mente.
El granjero le devuelve el loro al cura.
Llega el domingo y el cura bebe el vino y dice el loro:
– Joder, ¡cómo llueve!
… y el cura se desmaya.
Y dice el loro:
– Cogerle de las pelotas a ver si se levanta
… y salen las monjas corriendo.
Y grita el loro:
– Corred cobardes, corred, que ya os alcanzaré…
Chiste de la historia de las hermanas matemáticas y lógica
Dos monjas salen del convento, para vender galletitas.
Una de ellas es la Hermana Matemáticas y la otra la Hermana Lógica.
Está oscureciendo y ambas están aún muy lejos de su convento.
-Hermana Lógica: “¿Te has dado cuenta que durante la última media hora nos viene siguiendo un hombre?”
-Hermana Matemáticas: “Sí,y me pregunto qué es lo que quiere».
-Hermana Lógica: “Muy lógico. Nos quiere violar”.
-Hermana Matemáticas: “¡Oh no!. Así como están las cosas, nos va a alcanzar a lo más tardar en 15 minutos. ¿Qué podemos hacer?.
-Hermana Lógica: “La única solución lógica para nosotras, es caminar más rápido”.
Ambas monjas aceleran sus pasos
-Hermana Matemáticas: “Esto no nos ayuda para nada”.
-Hermana Lógica: “Claro que no ayuda. El hombre reaccionó de manera lógica. También comenzó a caminar más rápido”.
-Hermana Matemáticas: “¿Entonces, qué podemos hacer?. Como están las cosas, nos habrá alcanzado en un minuto”.
-Hermana Lógica: “La única reacción lógica para nosotras es separarnos. Tú te vas por aquel lado y yo me voy por este. No nos puede perseguir a ambas”.
El hombre decide seguir a la Hermana Lógica.
La Hermana Matemáticas llega al convento y está muy intranquila, puesto que la Hermana Lógica aún no ha llegado.
Finalmente llega también la Hermana Lógica.
-Hermana Matemáticas: “¿Hermana Lógica, ¡Gracias a Dios que has llegado!. Cuéntanos lo que ha sucedido”.
-Hermana Lógica: “La única cosa lógica que podía suceder. El hombre no pudo perseguirnos a las dos, de manera que eligió a una, y se decidió por mi”.
-Hermana Matemáticas: “¿Y qué sucedió? Por favor, cuéntenos”.
-Hermana Lógica: “Sucedió lo lógico. Yo comencé a correr tan rápido como pude”.
-Hermana Matemáticas: “¿Y entonces?”.
-Hermana Lógica: “Sucedió lo lógico. El hombre comenzó también a correr tan rápido como pudo”.
-Hermana Matemáticas: “¿Y?
-Hermana Lógica: “Y sucedió la única cosa lógica posible. ¡Me alcanzó! “.
-Hermana Matemáticas: “¡Oh no! ¿Y qué hiciste entonces?”.
-Hermana Lógica: “La única cosa posible que pude hacer, me levanté el hábito”.
-Hermana Matemáticas: “¡Oh hermana! ¿Y qué hizo el hombre?”.
-Hermana Lógica: “El hombre hizo lo lógico. Se bajó los pantalones”.
-Hermana Matemáticas: “Oh no! ¿Y qué sucedió luego? “.
-Hermana Lógica: “¡Lo lógico hermana!. Una monja que se ha levantado el hábito, puede correr más rápido que un hombre que se ha bajado los pantalones”.
……¿Y tú pensabas que iba a ser otra historia?
Un cura, una monja y un camello en el desierto
Se encuentran una monja y un cura cruzando el desierto del Sahara en un camello.
Al tercer día, una tormenta de arena los atrapa y buscan refugio.
Cuando la tormenta termina, se dan cuenta que el camello ha muerto.
El cura dice:
– Hermana esto se ve muy mal, difícilmente sobreviviremos dos días aquí y el campamento más cercano se encuentra, mínimo a una semana de camino.
Así que ahora que sabemos que no sobreviviremos quiero pedirle un favor:
– Nunca he visto los senos de una mujer. ¿Podría ver los suyos?
La monja, un poco sorprendida, responde:
– En las circunstancias en que nos encontramos no veo problema.
Y se los muestra al cura. Éste prosigue:
– Hermana, ¿Le importa si los toco?
La monja no pone objeción. Ésta, después de unos minutos, pregunta:
– Padre ¿puedo pedirle yo ahora un favor? Nunca he visto el pene de un hombre. ¿Me dejaría ver el suyo?
El cura responde:
– En las circunstancias en las que nos encontramos, no veo el posible daño hija.
Y se lo muestra.
– ¿Lo puedo tocar?
– Pues… ¡tóquelo!
Después de algunos minutos de tener la atención de la monja, el cura ya no se puede contener y acercándose a ella, le dice al oído:
– Hermana… ¿Sabía que si lo meto en el lugar correcto puede crear vida?
A lo que la monja responde:
– ¿De verdad padre?
– Sí hermana
– ¡Pues entonces méteselo en el culo al camello y salgamos de aquí cuanto antes!
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